¿Te ha sucedido que estás leyendo una receta y lees entre sus ingredientes salsas que no vienen incluidas en la receta? Para que ya dejes de preocuparte por este tema, aquí encontrarás todas las salsas madres en la cocina.
Se trata de las 5 salsas básicas con las cuales podrás preparar un montón de recetas.
Se les llama las salsas madres, porque son las salsas base para diferentes usos en la cocina y a partir de las cuales se derivan otro sin fin de salsas, pero siempre partiendo de estas 5 que son indispensables.
Es de vital importancia que las tengas identificadas y sepas la preparación de cada una, ya que las conseguirás muy a menudo en la preparación de muchos platillos.
Son muy diferentes entre ellas, ya que cada una tienen características especiales para alcanzar a cubrir la gama más amplia de sabores básicos en la cocina.
Seguro que todas estas salsas podrás conseguirlas ya preparadas en el supermercado, pero jamás se comparan con el sabor casero de una salsa preparada sin conservantes y con ingredientes frescos.
Estoy segura que reconocerás muchas, pues las consumimos casi diario, por ejemplo, la salsa bechamel, es la protagonista en casi todas las recetas con pasta.
Y la salsa española, casi siempre se utiliza para acompañar platos con carne roja.
Ahora aprenderás a identificarlas y hacer uso de ella, en cada nuevo platillo que crees.
Las 5 salsas madres en la cocina
Salsa bechamel paso a paso, para conseguir el mejor resultado
Necesitarás para 250 ml de salsa:
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 1/2 taza de leche entera o de avena (evita las leches dulces, como la soja, por ejemplo)
- 1/2 cebolla blanca
- 1/2 tallo de apio
- 1 hoja de laurel
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de pimienta molida blanca
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida.
Empezarás realizando una especia de infusión con la leche, la cebolla, el apio y la hoja de laurel.
Llevas a punto de ebullición, apagas y dejas tapada la olla en reposo por 15 minutos.
En un sartén a temperatura baja agregas la mantequilla hasta derretirla, de inmediato agregas la harina de trigo y mezclas todo muy bien formando una especia de pasta la cual vas a disolver con la leche (que ya la colaste desechando la cebolla, el apio y la hoja de laurel).
Vas agregando la leche poco a poco, a medida que con la otra mano vas mezclando con la ayuda de una varilla.
Al terminar la leche, sazonas con sal, pimienta y nuez moscada, y sigues mezclando para cocinar la salsa por 8 minutos más.
Apagas el sartén y cubres con papel film para evitar que al enfriarse se forme una costra en la superficie.
El toque de nuez moscada, aunque es sutil, es esencial para brindar ese sabor tan característico de la bechamel, así que no dejes de agregarla.
Velouté
Para 500 ml de salsa:
- 1/2 litro de fondo blanco (caldo preparado con carnes blancas y verduras)
- 30 g de mantequilla
- 30 g de harina
- Sal
Partirás desde un roux, la cual será una preparación que veras que se repite mucho en las salsas.
Roux: derrites la mantequilla en un sartén a temperatura baja, y agregas la harina, veras que se forma una pasta suave, la cual deberás cocinar hasta que se dore un poquito.
A continuación, empiezas a agregar poco a poco el fondo blanco, disolviendo después de cada cucharada de caldo, la pasta de mantequilla y harina.
Terminas de agregar todo el fondo, sazonas con sal y dejas cocinar por 15 minutos a fuego bajo removiendo para que no se formen grumos.
Holandesa
- 200 g mantequilla
- 3 yemas de huevo
- El jugo de 1 limón
- Pizca de sal y pimienta blanca
Funde la mantequilla y deja que temple, aparte bate las yemas de huevo, cuando empiecen a montar añádelas a la mantequilla fundida que tendrás en un bowl , sin dejar de mezclar. Cuando tengas una crema fina, agrega el jugo de limón y la sal y pimienta sin dejar de mover.
Marinera, la reina de las salsas madres
- 2 dientes de ajo finamente picaditos
- 1 cebolla picada en brunoise
- 1 pimiento rojo sin piel rallado por la parte más pequeña del rallador
- 1 guindilla
- 1 vaso de vino blanco
- 1 cucharada de maicena
- 2 cucharadas de tomate frito
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Empiezas realizando un sofrito en un sartén caliente con una cucharada de aceite de oliva.
Primero sofríes la cebolla por un par de minutos, hasta que tome un color translucido.
A continuación, agregas la guindilla, el ajo, el pimiento rojo y dejas cocinar por un par de minutos con el sartén tapado.
Agregas el vino, dejas evaporar y enseguida añades el tomate frito, la maicena y sazonas con sal y pimienta.
Tapas y cocinas a fuego bajo por 20 minutos y listo.
Salsa española
- 50 g mantequilla
- 50 g harina de trigo
- 700 ml de fondo obscuro (caldo realizado con carnes rojas, huesos y verduras)
Se empieza la preparación preparando un roux, que consiste en mezclar en un una sartén la harina y la mantequilla hasta formar una pasta suave.
Cuando la harina comience a tomar un color acaramelado, se empieza a agregar poco a poco el fondo obscuro mientras con la otra mano se va mezclando con la ayuda de una varilla de cocina para evitar que se hagan grumos.
Se deja cocinar a fuego lento hasta que tome mayor consistencia.
Ya tienes en tus manos, todas las salsas que necesitas saber preparar para lanzarte a crear nuevos platillos.
Como ves las preparaciones son muy fáciles, así que no tienes excusa para no prepararlas tú misma en casa y así asegurarte de que estas consumiendo preparaciones con ingredientes frescos y sin conservantes.
Disfrútalas.
Con cariño, Lu